29 sept 2008

Sensación térmica

"Tú me estas dando mala vida” - escupió - Enseguida dio un portazo y salió corriendo mientras se agarraba la cara. Como si fuese ella la espantada.
Esa frase se voló con el viento – y la pollera, y lo que estaba en la soga ese día – El tifón secó las ramas y los ojos después de tanto llorar. Esa fue la última vez que la vio, la última que pensó en ella. Decidió olvidarla. Bebió licores extranjeros y a la extranjera, y a la local también. Olvidó su nombre. Caminó, compró sonrisas de chicas desesperadas. Con ojos resacados y el corazón sin sabor a nadie. Se hizo de nuevo – o así lo creyó - De la amargura y la locura, de la compasión por él, se hizo. Vertió el corazón en el lugar más caliente de esas horas y se dejó llevar.