2 feb 2009

"Podría ser…"

Locamente se acercó al mostrador y con cara de susto le pidió la birome que después uso para escribir su número. Se plantó en chica bien y escondió el moretón que le había quedado. No es para siempre o si? “Guardalo”, le pidió con ojos grises. Pero él se había dado cuenta que estaba loca loca y un poco le gustó. Pasaron horas y días y noches de calor y sidra hasta que se vieron otra vez. “Lamento molestarte por esta pavada, pero necesito conocerte”, le dijo con una voz abuenada. El sabía que ella sabía, y que después de esa vez no había atrás. Ella lo dijo todo, o casi todo. Se miraron entre risas, con olor a sol y río. Se vieron con los ojos cerrados y dejaron en un beso todo lo que querían ser.