13 jul 2009

Ahorita No

Dame mi cobija, triga, Hernáaan, qué te has creído!? Anda tú, muérete de frío si ese es mi lugar!

El matrimonio sabe bien rico, sí, los primeros meses. Andas de aquí p´allá, todo enamoraaaado, sabes darte de besos en cualquiera parte y te vas de la mano a ver a tus amigos. Luego ya te molesta que esté ´cada rato en el mismo sitio que tú y ya lo último quieras ventilarte, así, como que disfrutas de ti y te pones felisísima cuando te quedas sola en la casa o cuando llega bien tarde de trabajar porque, bueno, es así: una vez que te casas, o sea, el matrimonio hace pin, en la burbuja esa, bueno…como que…se rompe la magia, no?